Tendremos que estar atentos a este nuevo cambio normativo, todavía en formato borrador, y con cuestiones pendientes de perfilar cómo la gestión de las relaciones entre el trabajador y la empresa durante la baja o cómo o quién abonará el periodo de ausencia.
Nueva norma que también supondrá un reto a la hora de programar sustituciones de garantías por periodos tan cortos e indefinidos en el tiempo…
No cabe duda que la conciliación familiar es una herramienta muy útil a la hora de crear buen un ambiente de trabajo, la capacidad de compaginar nuestros deberes como padres, hermanos o hijos no debe ser impedimento para poder realizar nuestra tarea de forma eficaz y profesional.
El avance de la tecnología, la deslocalización de los servicios y el master acelerado que provocó el COVID – 19 a la hora de comunicarse online, son factores que hacen posible hacer la transición del “presencialismo” hacia la tarea efectiva.
Es una obviedad que esto no es para todos, el sector primario, la hostelería, etc.., siguen necesitando de esa ordenación de factores humanos de forma programada y bajo un estricto horario (aunque flexible), para desarrollar sus actividades, no obstante, para todos aquellos que podemos designar o encargar tareas, tenemos un sinfín de herramientas para que el compañero trabaje sus mejores horas del día … no las horas que impongamos desde la compañía.
Pero una cosa es establecer unos parámetros para que flexibilicemos los horarios y permitamos conciliar nuestra vida personal y nuestras obligaciones laborales y otra bien distinta es que la empresa tenga que asumir el coste de un nuevo periodo de ausencia. Y cuando hablamos de coste, no sólo es el monetario… con esta nueva medida, tendremos que:
- buscar personas cualificadas que suplan por un periodo corto de tiempo a otro compañero, si esto a día de hoy ya es difícil para contratos indefinidos, imaginemos para sustituciones pequeñas,
- reorganizar los complejos cuadros de horarios.
- Invertir en formación.
- Asumir cierres temporales de algún servicio
Abogando siempre por un empleo de calidad, entendemos que con la aprobación del permiso debería venir aparejado un mecanismo de ayudas para que las empresas puedan llevarlo a cabo.
